Durante la sesión de este martes en la Cámara de Diputados, la legisladora María Teresa Ealy Díaz defendió con firmeza las reformas a la Ley de Amparo, calificándolas como un paso histórico hacia una justicia real, moderna y al servicio del pueblo mexicano.
“La justicia no puede seguir siendo un privilegio de unos cuantos. Esta reforma devuelve al amparo su esencia: proteger a las personas, no a los intereses económicos ni a los corruptos”, afirmó desde tribuna.
Ealy Díaz destacó que la iniciativa impulsada por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum representa un compromiso con la transformación profunda del sistema judicial y con la erradicación de los abusos que durante décadas beneficiaron a una minoría.
“La presidenta Sheinbaum ha sido clara: no más impunidad, no más corrupción disfrazada de legalidad. Hoy estamos construyendo una justicia verdaderamente social, con rostro humano y con valores”, subrayó.
Entre los puntos más relevantes, la diputada destacó las reformas al artículo 129, que impedirán que la figura de la suspensión sea utilizada para encubrir actividades ilícitas como lavado de dinero, evasión fiscal o corrupción corporativa.
“Ya no más amparos al servicio del crimen organizado ni de millonarios que burlan la ley desde un escritorio. Eso se acabó”, sostuvo.
Ealy Díaz celebró que las reformas también contemplen mecanismos digitales, plazos más claros y sanciones por omisión administrativa, elementos que harán más ágil, transparente y cercana la justicia para los ciudadanos.
“El amparo seguirá siendo el gran instrumento de protección de los derechos humanos, pero ahora será una herramienta del pueblo, no un refugio de poderosos”, expresó.
Finalmente, la diputada recalcó que la oposición ha intentado manipular el debate con falsos argumentos, pero la verdad —dijo— es que esta reforma no quita derechos, sino que pone límites al abuso.
“La Ley de Amparo no calla voces: pone fin a la simulación, al privilegio y a la impunidad. Hoy México da un paso más hacia la justicia que el pueblo merece”, concluyó.